Comportamientos Disfuncionales de los jóvenes
En el Perú, el porcentaje de los casos de cyberbullying ha ido aumentado con el paso de los años. Según el Portal SÍseVe del Ministerio de Educación (2017), en el año 2016 se registraron en Lima Metropolitana 212 casos de acoso virtual. Por otro lado, el Taller Protégeme (2017) reveló que de una muestra de 2200 estudiantes el 47,2% señaló que la mayoría de ataques son por Internet. Los niños y adolescentes se encuentran en plena fase de exploración en el sentido psicológico, social, etcétera, desean intensamente pertenecer a un grupo social buscando su propio espacio y lugar para ocupar, pero no siempre lo hacen de la manera correcta, se llevan por sus impulsos y eso genera que cometan actos descontrolados (Lomber, 2016). Este problema se origina por distintos factores, entre ellos, destacan los comportamientos disfuncionales de los jóvenes en redes sociales. En las siguientes líneas, se explicará sobre que causa que un joven desarrolle estos comportamientos en las redes sociales.
Entre los factores que permiten el aumento del cyberbullying están los comportamientos disfuncionales que los jóvenes tienen en las redes sociales. Una expresión de este problema es la desinhibición online. Ella es entendida como el comportamiento que tienen la personas en el cual deciden actuar de forma provocadora con el objetivo de lastimar y crear una confrontación utilizando un lenguaje grosero de críticas y amenazas (Suler, 2004). Este tipo de desinhibición es originada principalmente por las interacciones agresivas que evidencian los jóvenes en las redes sociales. De igual forma, encontramos el seguimiento de órdenes de un líder negativo como una causa de esta. Un caso representativo se puede presenciar en los líderes que hoy en día son llamados “influencers”. Estas personas muchas veces por venganza influyen en sus fans a mandar mensajes de odio a otras personas.
El deficiente manejo de emociones es otra causal del aumento de cyberbullying. Los jóvenes con un temperamento exaltado son más propensos a desarrollar conductas agresivas (Olweus, 1980). Muchas veces, al tener un temperamento difícil de controlar, se llevan por sus impulsos y realizan actos que hieren a otras personas, como mandar comentarios negativos a otra persona en una red social. También, podemos añadir que la falta de empatía, el no ponerse en el lugar de otro y saber cómo se podrían sentir, y también su necesidad de poder dominarlos. Ello les incita a realizar este tipo de actos, ya que tienen el deseo de poder someter a otras personas bajo su control enviándoles comentarios que les pueden afectar y no piensan cómo se podrían sentir ellos, si les llegaran a ofender de esa manera. De igual forma, está el insuficiente desarrollo de la capacidad de resiliencia mayormente por parte de las víctimas. Algunas de ellas no son capaces de superar ese acontecimiento, por lo que generan que estos casos sigan en aumento. Por ejemplo, un caso en donde evidenciamos la falta de resiliencia en el ámbito del cyberbullying, fue el caso de una madre y mujer de 32 años que se suicidó en Madrid tras la difusión de un vídeo sexual por sus compañeros de trabajo en WhatsApp (El Periódico, 2019), a pesar que la culpa fue directamente de sus compañeros tal vez la historia habría sido distinta si ella hubiera desarrollado su capacidad para que así pueda afrontar este tipo de sucesos y los casos no sigan aumentando.
Finalmente, como último factor, la adicción a las redes sociales. Los jóvenes con baja autoestima e insatisfacción personal, con una cohesión familiar deficiente que carecen de afecto o que no tienen un vínculo estrecho con sus familiares, y además, no tienen un correcto manejo de sus habilidades sociales, no saben cómo interactuar con otras y suelen comportarse con cierta impulsividad y disforia. Son más propensos a volverse adictos a las redes sociales, lo que genera que todos sus conflictos personales, familiares y sociales los descarguen a otras personas mediante ellas.
Existe un alto porcentaje de niños con un temperamento exaltado y con una fuerte adicción a las redes sociales.