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EDITORIAL

Con la aparición de las nuevas tecnologías, parte de los jóvenes han desarrollado una fuerte dependencia hacia ellas. Esto ha generado algunos aspectos negativos como conductas nomofóbicas, pérdida de interés en los estudios, y uno muy preocupante que es el “cyberbullying”.

Este es un subtipo del bullying donde se contempla el uso de medios tecnológicos para maltratar, agredir, hostigar a una víctima de manera intencional. Es una problemática que ha tenido un inicio y crecimiento silencioso y afecta tanto a los mismos jóvenes que son agredidos como al entorno en el que se desarrolla.

Gracias al proyecto realizado a lo largo del ciclo hemos podido reconocer algunas causas y consecuencias que lo originan. El auge y dependencia de nuevas tecnologías han generado un incremento en este tipo de casos. Así mismo, hemos podido evidenciar que se relaciona con la existencia de un desarrollo deficiente en la cultura de valores, lo cual no permite que los jóvenes se desenvuelvan empáticamente lo que genera un conflicto al tratar de crear relaciones interpersonales. Por otro lado, encontramos como consecuencia a personas afectadas por el cyberbullying, ya que no hay medidas de seguridad reales en las redes sociales más allá del poder bloquear al agresor, por lo que sería necesario que estas redes tomen medidas preventivas ante esta problemática. Por último, algo con lo que también nos encontramos disconformes es con la falta de instituciones profesionales que brinden apoyo a los involucrados.

Sin embargo, también podemos rescatar algunos puntos a favor de la experiencia, como la oportunidad que tuvimos de hablar con un profesional en el tema, que nos instruyó y explicó a fondo la problemática. Este trabajo nos ayudó a tomar conciencia e informarnos acerca del ciberacoso, conocer datos estadísticos, factores y soluciones. Otro punto que cabe mencionar, es que pudimos presenciar y analizar múltiples casos referentes a este tema, que nos ayudaron a completar este boletín con información verídica y a sensibilizarnos ante el mismo.

Con la realización de este boletín, podemos concluir que este es un problema del que nadie que tenga acceso a las redes sociales, está libre. En nuestro país, existen datos que revelan que parte de la población adolescente se ve afectada, es por ello, que nosotras consideramos indispensable que se tomen medidas y se otorgue una mayor importancia a estas situaciones.

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